Cumplidos

No hay una cosa más fea que recibir cumplidos por parte de gente que conocés bien. Acepto los cumplidos de gente extraña, que ante la falta de algo que decir, se manda un cumplido. Pero la gente que hace mucho conocés...

La verdad que en mi casa no somos buenos anfitriones, nunca lo fuimos. Pero no porque seamos hostiles, sino todo lo contrario: porque nos gusta que los invitados se sientan como en su casa, que pidan, que se sirvan, que abran la heladera, que prendan el tele, lo que se les ocurra, en mi casa estpa todo bien. Pero resulta que hay un amigo de mi hermano, a quien conocemos desde los 6 años (y tiene 20...)que llega a mi casa y el "permiso" y "gracias" no se le caen de la boca. Le tenés que decir que pase, que se siente, que coma, insistirle para que se sirva más, y un poco más le tenemos que preguntar si quiere hacer pis, para llevarlo al baño. Odio eso!!! Como si no la hubieramos visto fuera de mi casa, comiendo y chupando como un animal, prepotente y mal hablado...!!!!

En fin, la cosa venía por el lado de los cumplidos, que me molestan de sobremanera, y me hacen sentir como cuando como una torta con mucha crema y dulce de leche: empalagada.

Otra cosa es ser agradecido. Ser agradecido es bueno, y es necesario. Si uno espera cosas de la gente, como yo esperaba que el encargado de la galería me deje salir por la puertita de rejas, lo menos que uno puede hacer es agradecer. Porque convengamos que nadie tiene obligación de darnos una mano, y si lo hace, lo hace de onda, entonces es bueno decir Gracias.

Por eso hoy quiero hacer un agradecimiento. Le quiero agradecer a Mili, una gran amiga, por insistirme y ayudarme a armar el blog; Y a Lula, porque sin conocerme se prendió a darme una mano enooooorme con los comments y otros detalles. Lo menos que podía hacer era dedicarles éste espacio. MIL GRACIAS, CHICAS.