You´re so confused

He descubierto, es decir, experimentado, cuán feas son las confusiones. Me explico, no hablo de las confusiones en general, sino particularmente de cuando una persona, ante determinada actitud de uno, cree una cosa cuando en realidad es otra. Les cuento:

Trabajo en un estudio, somos diez, cuatro secretarias y el resto profesionales. Pero además tenemos otra gente que trabaja fuera del estudio, en el Interior de la Provincia. Hace unos meses, empezaron a laburar con nosotros, dos chicos de VM. El nexo entre ellos y mi jefe soy yo, y nos comunicamos más que nada por msn. Con H. está todo bárbaro, es un gringo re piola, que ya venía al estudio antes de que empezara a trabajar para nosotros. Por el contrario, a C. lo conocí el día que vino a hablar con mi jefe, y no lo vi más. Por supuesto que ni me acuerdo de la cara ( eso quiere decir que no estaba lindo, si no me acordaría...). Con ambos chateamos, y entre los asuntos laborales van y vienen algunos chistes, incluidos algunos de doble sentido. Todo bien, buena onda y buena relación para hacer más llevadero el laburo, pero nada más.
La confusión fue con C. Él, hasta hace unas semanas me trataba todo parsimonioso, de Natalia, obvio. Hasta que le pedí que no lo hiciera, porque cuando me dicen mi nombre completo siento que me están retando. A partir de allí, cambió la forma de trato hasta llegar a los chistes y las bromas, que nunca pasaron de "que rompe pelotas!!!!", ja ja ja ja "sos hinchabolas al nivel de mi vieja y de mi novia.." ja ja ja " vos necesitas que te hagan un favor..."(cuando estoy con todo el orto afuera...)ja ja ja, nada más.
Pero resulta que ayer estábamos hablando unas cuestiones laborales cuando ya era mi hora de salida. Entonces me dice “ Anda a descansar, que siempre decís que estás cansada” y yo le contesté “El problema es que me levanto cansada...”. Por supuesto que lo interpretó como que yo le decía que todas las noches “dunga dunga”, entonces hizo alguna referencia a que estaba “mal atendida” o peor, “desatendida”. Procedió a ofrecerse para atenderme, y terminó zarpándose para la bosta. Al principio todo era chiste, pero después la cosa se fue desvirtuando hasta puntos impensados, incluyendo en su intermedio la confesión de “estoy casado y tengo tres hijos” ante la pregunta de si no tenía una novia que se andaba ofreciendo para atender gratuitamente a toda pendeja que se le cruce, incluida yo . Para poder seguir trabajando como si no hubiera pasado nada terminé la conversación con un “esto ya no me está gustando, y ésta conversación no tenía porque llegar hasta acá así que me voy” y me fui.

Ahora, yo me pregunto:
1.- El tipo realmente se creyó que me iba a caer muerta a sus pies, y que le iba a decir “venite para córdoba y vamos a un telo, así me curás todas las histerias.”
2.- Me estaba cargando. (si es así, igual se fue a la bosta...)
3.- Alguien le había usurpado la computadora (lo veo poco factible...)