Ding Dong...!!!
Los curas de la Iglesia que está al lado del edificio donde trabajo, cuyo campanario está extactamente a la altura de mi ventana, no tuvieron mejor idea que arreglar las campanas. Todo bien que suenen los Domingos llamando a misa (porque los Domingos todavía, TODAVÍA, no trabajo), te acepto que suenen a cada hora, tantos ding dongs como horas hayan pasado, pero no. Parece que los tipos estan chochos con las campanas nuevas, y las hacen sonar a cada rato, y muuuuuuchas veces, alterando mi calma laboral ( como si costara tanto) y provocando que no pueda olvidarme de la hora que es, y por lo tanto esté pendiente de los minutos que faltan para que suene la melodía de las 18.30 hs. y por fin pueda irme a mi casa a descansar, en silencio....!!!!