Fe de erratas

Resulta que ya me había pasado un par de veces de entrar y encontrarme con eso, y preguntarme si más allá de todo era necesaria tanta vulgaridad.Después de todo, simpre había predicado que es mejor tomarse las cosas con calma, tratando de respirar hondo, contar hasta veintiocho mil y evitar las reacciones impulsivas, que son las peores, y nos pueden llevar a donde nunca creímos que podíamos llegar.

Y hoy rebalsó el vaso, me di cuenta que todos los que entendieron mi enojo y se adhirieon a él hubieran reaccionado igual, aunque mi forma de expresarlo fuera otra.

Y encima, lo del Domingo.

Y bueno, pensé que las pobres madres no tienen la culpa de nada, y siempre terminamos acordándonos de ellas. Y que algún día nos va a tocar ser madres y nos vamos a dar cuenta de lo injusto de las expresiones, como a mí que soy la única hermana mujer de tres adolescentes varones que tienen muchos amigos a quienes les encanta atribuírle toda la boludez de ellos (mis hermanos) a la mi pobre e indefensa vagina.

En fin...

..La pucha que lo tiró...