Elección
Es difícil (casi imposible diría) elegir entre el enojo y la tristeza cuando la rutina agobia, el cansancio aplasta y la realidad se convierte en una pujante pelea entre lo que uno tiene y lo que uno quiere.
El deseo de estar hundida en el calor de sus brazos se mezcla con la crudeza de que esté eligiendo otra cosa, otro ámbito, otra gente y, quién sabe, el calor de otros brazos.
Me voy a la cama, a pelear a sólas con el frío de las sábanas y el del alma. Quizás mañana salga el sol...